miércoles, 28 de noviembre de 2007

Re-flex-iones (diez y nueve)

Los malabares abrieron buenascafeterías.

En el tiesto de la enmienda.

Qué lástima que Einstein sólo utilizó el 90% de su potencial mental.

Los rincones rotos de tu bolsillo.

Estaba todo tan en el aire que se cayó.

Fui al oftalmólogo y no me vio nada.

Meabrumasconchocolate!

El último tabernero era franco.

Estaba bro meando y oriné.

Tengo hambre otra vez.
La misma vez.

Sostenía la mano con los cigarrillos.
Tus horquillas torpes.

Rutina.
Muerte con perilla.

Viva Dadá y Didí!

la hipotenusa de tus tetas.

El equilátero del triángulo.

Me pierdo en las definiciones.
Me encuentro en las desviaciones.

Un tropiazo absuelto.
Tropiezo.

Hoy necesito ver Leolo otra vez.

La mirilla de los melocotones.

Hoy me he obstaculizado dos veces en el mismo tropiezo.

El corazón, ese icono desconocido.

Las primeras goteras . . .

Sana torio, enferma pedro.

Algunas veces tiendo a complicar lo sencillo haciéndolo imposible.

martes, 27 de noviembre de 2007

Re-flex-iones (diez y ocho)

Ascensor sintapa.

Estoy haciendo un cursillo entre ocho y diez.
Voy a las nueve.

Con la imaginación no es suficiente.

las lentillas del ahorcado.

Denunciaron al tiempo por amenazas.

Dos cuervos bailaban merengue.

No me des nada que puedas prometer.

Las dependencias del dolor.
Como canto gregoriano.

La añoranza de las manzanas.

Las bicicletas de la existencia.

Como vestido de comunión

Renovaremos nuestro particular esperanto.

Los ascensores competían por un puesto en la empresa privada.

La butaca siempre estuvo libremente ocupada por ella, mientras el piano jugaba con
los árboles al escondite en el bosque. (A Pilar)

domingo, 25 de noviembre de 2007

Re-flex-iones (diez y siete)

Le puse el iva y vino.
Tuve una demora de fre.

Se prohibe la venta de menores a tabaco.

El calcio de los huesos.

Me sentía tan alto que parecía sobrino

Entre el tai chi y la farruca.

Tornillo y destornillador intimidaban.

Aquel tren.
Indiferente destino.

Morir todos los días.
Eso sí es Arte!

Miel de luna llena de asteriscos.

Quedan menos rqazones para llorar.

Gracias por no orinar aquí.

Te pasas toda la vida suspirando.
Pasas.
Junio.

Empiezo a sentir un vertiginoso nad-me-da-miedo.

Todo el vacío aquel lleno de azules.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Re-flex-iones (dieciséis)

Ea cara sentenciaba.

Mis enseres.
Mis estares.

Una nube era martes.

Aquella mañana de miércoles, que parecía mañana de miércoles escuchaba canciones de Dylan.

Los colores torcidos de arcoiris.
Bulímicos.

Miedos para eludir.
Desapego a todo.
Pequeño columpio sin paragüas.
Mimbre sin envoltorio.

Hoy es uno de esos días que pesa lo que no vale.

En los pliegues de la memoria.
Vietnam encendido.
Nada tengo.
Nada pierdo.

Chejov, Hopper, Carver, donde se pronuncian las orquídeas.

Como escarcha de compota.

Las golondrinas volvían.
Distinta mirada.
Rumbo indefinido.

El sabor de la lluvia.
La dama de los tiempos.
El vómito de los carruajes.

Qué bien qu el fin del mundo sea el miércoles!

Con mi locura como delantal.

La luna me enseñó las bragas.

Ni rastro del domingo.

Con dos manzanas menos.

Tan ñacil morir.
Tan complicado fallecer.

Sobredimensiono.
Minimizo.
Castillos de harina.

La rebelión de los buzones.

A lascivo le pusieron el iva y no lo soportó.

No voy, no vngo.
No me entretengo.
No-camino.

Vino una detergente y no entendí nada.

Trampa maldita de larva común.

Reúma.

Los dedos se rozaron buscando un cielo infinito, imperfecto, innecesario.

Inmortalizar las lluvias venideras.
Cambio lodo por nada.
Perenne dominó izquierdo.

No me han dicho, nada he preguntado.

Devaneo veraneaba en Guipúzcoa.

Un viernes cualquiera de cualquier jueves.

El otro día se enfrentaron unas lentejas.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Sir nadie nieva añil en la lluvia de abril, etc. Camarero, sírvame abril con gin, y lluvia de marzo?

Este es mi poema de hoy,
un poema al fin sin palmeras, ni fuentes, sin ruiseñores,
sin palabras de amor no frases de ríos, sin quejas ni avemarías, etc.
El poema de hoy es un verso sin mí, abstraído el ego en la flor del instante
realizado el sueño del fulgor espontáneo sin importancias ni colores,
sin banderas ni opiniones, sin sedales ni anzuelos,
pez de tersura aérea y delgadez sin nombres propios,
con el verbo a la altura del nivel del mar, con el asombro del aquí
y del ahora.
Para que la muerte no pueda leer la esperanza de mi tan a gusto estar sin mi
y sin mis palabras siempre, cuando y como yo quiera . . . ser mi propio etc . . .

A mi querido amigo Bolito niño, beso su adn, por ejemplo. Porque nos veamos muchas veces.
12.11.o7
Paco Sevilla.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Re-flex-iones (quince)

Quién cojones encerró el problema y la solución en la misma jaula?

Mañana bautizaré una tabla . . . de ibéricos.

Pasó ARCO y se dejó las flechas.

Demasiados por qués para unn solo porque.

Se hizo tarde para cualquier adicción.

Tu cristal de murano.

Marabunta, esa ciudad de hormigas para tí.

Me siento como un extra en una película de Jacques Tatí.

Como domingo operado de amígdalas.

Con los dedos de la eternidad.

Hace muchas poesías que no leo un año.

Estaba tan seguro de mi ismo yo, que empecé a dudar de mi mismo yo.

Salvo Perón cualquiera lo evita.

Estoy de los güevos hasta el invierno!

Vivo en el 1º (1.985)

Esta tonta letra que escribí con título cercano la musicó y grabo un grupo bibaino que practicaba un pop crispado e inteligente. Se trataba de Los Santos. Además de amigos, fui mánager de éllos. Y hablo de esto situándolo en el año 1.985. El álbum lo publicó el sello Fonomusic (referencia 202035/9).

Las chicas lo que quieren es un poco de mi dolor.
Las chicas lo que quieren es que les guarde mucho rencor.
Las chicas lo que quieren es que yo sea un gran historiador.
Las chicas lo que quieren es subir conmigo en el ascensor.
Pero yo, yo vivo en el primero.
Yo, yo vivo en el primero.

Es decir, y como puedes contemplar, pareados simpáticos y anodinos como los ochentas.
La historia viene porque mis padres vivían, siguen haciéndolo en un primer piso y siempre, o
mejor dicho casi siempre, coincidía con alguna chica que me decía, "¿subes?" a lo que yo respondía: no, vivo en el 1º . . . y me dio pie a montarme esta insinuante historia.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Re-flex-iones (catorce)

Ahora ya sé que con un poco de ejercicio puedo enfermar.

El mimbre.
Los ojos.
Cigarrillo inútil.
Las primeras impresiones.
Impresionaron decisiones.

Mira de uranio con chimenea.
Sal gorda de aquí.
Enfasis de paladares.

Abanico con pedales.
Terrestre serás tú!

El director de las obra era arquitecto.

Jardín con salida de emergencia.

El conservadurismo del espejo retrovisor.
Pimienta sin sal.

Aguas fecales con denominación de origen.

El ocaso pasaba sin pena ni caso.

Cuando entro en azul, me lleno de tristeza.

Muerte con Buñuel.
Miedo a la espalda.

Re-flex-iones (13)

Me compré un bocata de sinceridad.

Faltaba un cromo para ser dos.

La otra orilla ya era otra.

Test discípulos.
El pan nuestro no era suyo.
Sumido de montaña.

Dame un márgen de error y me equivocaré.
Castillo de Austria.

En el yunque del olvido.
Tarde de lluvia.
Camión de reparto.

El diente de Pedro Navaja era da Ajo, Cantabria.

Cuando entré en el papel me sentí más higiénico.

Un lot no llegaba a loto.

Me cuesta vivir y me acuesta morir.

La luna de tu vientre.
Lunes, víspera de marte.

Se estrujaron a reproches.

Víbora.
Alambre sin costuras.

Un enero comí lentejas.
Sudo marmota.

Se regalaron sobres sin remite.

A los cineastas no les gustaban los toros.

Las goteras no son la barca.

. . . y las bocas se abrieron para comerse las nubes.

Campo minado.
Tuétano sordo.
Convite de burbujas.

El elefante olvidaba de memoria.

Le venció el peso.

La uña y la cebolla visitaban al mismo psicólogo.

El perfil de la vainilla.
Agujeros en el espacio.
Ya no estoy.

El seco sudor del hambre.

El agua bebía del manantial.
Se hartaba de sed.

Se adelanta la primavera.
Retrasa el invierno.
Otoño y verano jugaban al dominó.

Nadie tuvo gripe y no pudo asistir a la fiesta.

Lago ritmos de triseza.
Acordes con anorexia.

Una cola de fármacos escogía enfermos.
El estómago de los débiles.
Ya intuía aquellos campos de primavera.

Ex
tinto
eres.

Las escaleras metálicas eran eléctricas.
La vida repartía flyers.
Estrellas sin hotel pero con lejía.

No me acuerdo cómo pasé aquella primera noche.

Vuelven a mí los recuerdos como palomarrota.

Todo era vago pero confso excepto en aquella bola de cristal que anunciaba pleamar en la sección de perecederos.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Re-flex-iones (doce)

A amenos le pareció todo divertido.

No tengo prejuicios, tengo prejueces.

Torpe brisa.
Luces de cruce.
Los pelos aprendieron a nadar.

La música cesó y sonaron las campanas.

Nos quedan algunas exhalaciones y una dilatadas pupilas.

La vida: ese icoño sin marca registrada.

Los afluentes del mal.
En una tierra sin bacas.
Sirena de café.

Duda que asalta a las tres, no es duda.

Como un invierno atado a la pata del banco.
Paso de cebra al otro lado.
José Alfredo Jiménez.

Como un espanto de gaviotas.

Tanta quietud sin delantal!

La dictadura de los estanques.
Poco.

Discutieron y luego se mataron pactando su amistad.

El pentagrama de la vida, esa espera llamada locura.

La naranja se dio cuenta que era ácida y se fue al bingo.

Al final nos queda el hastío de haber sido sobrinos del tedio y desamparo.

Las letrinas del amor no pasaron el ITV.

A qué hora me dijiste que dejabas de sonreir?

Me enteré por terceros que había quedado segundo.

Me recuerdas a las mujeres que-no-sé-cómo-son.

Bautizo azabache con aguacate. Tu pelo negro (A Pilar).

Qué bien que lo entendiste mal!

Cuanto más resto, más sumo.

La familia, esa trampa organizada.

Sin sed.

Qué estúpida necesidad, la de morirse ocupado.

Mi oropel no tenía coche.

Sólo una mesa con dos cafés.

Mister seguridad cogió miedo al caracol.

Estoy bien solo.
También mal acompañado.

Me encuentro bien.
Soy atractivo, guapo . . .
Se está yendo todo a tomar por culo!

Los sobres de cola-cao podrían reducir su contenido.

los cantos de la conmoción orinaban en la iglesia.

Tú has visto alguna vez a un chino rellenando una quiniela?

Era un vil nada búfalo.

Anónimo argentino

Hoy en la ciudad, todos, absoutamente todos se despertaron con granos de azúcar en los labios. Sólo se dieron cuenta los que al despertar se besaron.

Re-flex-iones (once)

Tengo unos prejuicios de antebrazo.

Denunciaron a la anunciación y la condenaon a muerte.

Cuando lees mis poemas, estos alcanzan una gloria que no les pertencen (A Paco Sevilla).

Dijiste adiós. Yo dije, a tí.

Un mundo raro, sin ascensor, ni salida de emergencia (A José Alfredo Jiménez).

Me resbalo tan bien!

Prefiero las manzanas amarillas para la compota.

La jaula y el pájaro tomaban champán.

Ahora reconozco mi hogar en cuanto entro en el.

La golondrina cagaba alambre de espino.

El gorrión escuchaba a Dylan y hacía trampas al tordo.

Nación.
Noción.
Nada.

Las piedras me hablaban idiomas que ya conocía, pero no sirvió para mucho.

Por supuesto que el mundo no gira a mi alrededor, de hecho dudo que gire.

Atrapado al tiempo libre.

Qué bien, hoy me he puesto el jersey al revés.

Me fui con mi propio pié ajeno.

Narcótico de conductas.

El más muerto atesoraba un mar entero.

Piscinas de caracteres con conserje mudo de acciones.

Un alzehimer de luna llena.
Té verde. Té veo.

Esfera en alza.
Tormenta de garbanzos sin piel.
Aerofagia sin pistolas.

Los dientes morían a mordiscos.
El delfín comenzaba.

Conocí a un guardia jurado ateo.

Sonrío de Tajo.

Aislado de mar.

El cuadro endureció sus colores.

Algunas veces creo que me repito.
Algunas veces creo que me repito.
Algunas veces creo que me repito.

Vino el de las entradas de emergencia, y salió corriendo.

Goya y yo lo sabíamos.

Pasé desapercibido y nadie me reconoció.

Hoy he conseguido andar 200 metros solo.
Sólo me caí.

Y logo un icono.

Tanta gente ajena tan cercana que parece ajena!

Si "nos"

Faltaba un guante para cubrir las dos manos.

Por fin he descubierto la enfermedad.

La toxicidad de los insectos.

La vajilla se nos fue por la chimenea.

Aquella noche, todos los meses se disfrazaron de mayo. (A Pilar)

Guillotina, garrote vil.ç
Recobro.
Pago dos veces.

A posta de quién?
Sede de motores diesel.

Los lirios se enamoraron de las amapolas.
Confidencias de poliéster.

Re-flex-iones (diez)

Aquellos calendarios de bolsillo que cabín en un pecho de cartón.

El otro día me desperté y había extraviado unos versos.

Un domingo por la mañana decubrí una tarde de martes.

. . . y ver salir el sol de un paquete de tabaco.

Era tan franco que murió de sinceridad.

Le regalé un luego a hasta . . . hasta luego.

Sólo la tengo en uve.

Anhelaba una rica explotación y encontré una explotación rica.

Se respetaron las caras apretándose las manos.

Volveré cuando regrese, nunca después.

Nunca fue tan brillante el instante.

Ella, complice de sus gestos.

Estaba todo tan claro que la confusión les invitó a comer.

Buena metáfora.
Café asusto.
Pretérito periférico.

El esclavón que no cesa.

Tropecé con un trampolín etcétera.

Un diente de limón me amargó el día.

Me alojó en las tinieblas.

No es más que la vida haciendo de menos.

A veces con un libro de poesía es suficiente.

Tiempo cero.
Exquisito brócoli.
Luz de gas.

Todos los vientos juntos se refriaban.
Chocolate sin plomo.
El otro día soñé que sabía nadar.
Siempre a unos milímetro de nada.

Heridas sin mano.
Pasión confusa.
semáforo bobo.

Muestra de botones.

ESKORBUTO: Crónica de una vida prestada.

Su lema era contra todos y contra nadie. Tres personalidades en una. Josu, cuya admiración por los Who lellevaba a coserse una torpe tela con el logo de su grupo favorito en la cazadora, nunca de cuero. Algunas veces, en los conciertos hasta llegaba a tocar con las seis (6) cuerdas de su guitarra, pero cuando se quedaba con cuatro (4) era lo mismo. El mensaje quedaba intacto.
Juanma con sus rizos de despistado e insolente y con un aro en su lóbudo, siempre izquierdo, acompañaba a su compañero como si aquello no fuera con él, pero el disfrute de tocar con sus
colegas alcanzaba momentos de delirante brutalidad. Paco, tímido, huidizo, introvertido aporreaba anárquicamente, pero con una contundencia casi paranoica. Parecía no disfrutar, pero se jactaba de tocar con la mejor banda de R´n´R jamás soñada. Eskorbuto fueron el delirio. Eran una ceremonia de la confusión, crónica de una sociedad como la que les tocó vivir. Hacían muecas a la tragicomedia salvaje del día-noche-día.
Pero a pesar de todo lo trágico que rodeó a sus días y a sus noches, nunca faltó el sentido del humor, imprescindible para vivir y para morir.
Junto con Cicatriz y R.I.P, eskorbuto formó esa trilogía que marcó una época, una forma de vivir, de sentir, de sentirse vivos. Su inmortalidad pasaba porque estaban vivos y porque, qué cojones, siguen estándolo. Eskorbuto fue, es y será un ejemplo de honestidad. La banda más honesta de la Historia, sin duda alguna. Ahora su inmortalidad pasa por su legado musical-filosófico-social. Jamás su música morirá mientras exista un ápice de honestidad y coherencia en la tierra. Sus conciertos, sus declaraciones eran propios de auténticas espaldas mojadas deseosos, ansiosos, de alcanzar la otra orilla de nombre y futuro incierto. No hay futuro, o sí, pero desde luego, y quizá de una atormentada manera, afortunadamente no era para éllos. Josu, no cambies nunca. Juanama, no te peines nunca. Paco, sigue disfrutando de su presencia. Josu, Juanma, Paco, Os quiero!

18 septiembre 2.001

Este texto me lo pidió Diego Cerdán y lo incluyó en su libro, "Eskorbuto: Historia Triste", Ediciones Marcianas /2001 / Apartado 156.228 / 28080 Madrid/91.526.41.34 /687.52.03.45 /
diegocerdan@terra.es

Esperando nada

Hoy en la ciudad todos, absolutamente todos esperaban nuevos acontecimientos. En la espera de dichas nuevas, un primer grupo falleció, otros emigraron, y los últimos, el resto fueron testigos de las defunciones y enterraban a sus difuntos y despedíab a sus familiares y amigos.

Bolo
15 noviembre 2.005

Cucharas y Arte

No sabían ni cuándo ni cómo ocurría, pero la cubertería iba desapareciendo, especialmente las cucharas.
La gerencia de la cafetería del Museo Reina Sofía intensificó las medidas y la seguridad, poniendo un énfasis especial en la identificación del ladrón o ladrones de un hurto tan peculiar.
Era tal em empeño por vigilar y descubrir al autor o autores de la desparición de las preciadas cucharas, que cuadros, librería y otras dependencias del Museo quedaron totalmente desguarnecidas de cualquier vigilancia lo que prvocó robo de libros, cuadros . . .
De esta manera ya desaparecían libros, cuadros, cucharas, etc y no sabían ni cuando ni cómo ocurría.

Bolo
16 noviembre 2.005

Re-flex-iones (nueve)

Lo que faltaba, haber si ahora va a resultar que soy poeta!

Siempre pedí flores al santoral y me ragaló dos mayos y un septiembre con miel.

Si me aprietas los machos, suelto a as hembras.

Bombas de bombones.

Asistía a un cursillo para aprender atar mis zapatos sin cordones.

Estúpido nitrógeno sin afeitar.

Como dijo el filósofo: dadme 1.000 € y me los gastaré esta noche.

Le ofrecí un instante.
Me regaló varias eternidades.

No me doy por aludido ni por un alud.

La sonrisa volvió a su origen.
Gen.

Tu paraíso.
Mi dolor.
Barrio sin ventilador.

Blues con microhondas.

La resina de los vivos.

Homero se rompió un brazo.

La ola se hizo a sí misma.

Me preguntó qué y le respondí 20 minutos.

Eternidad: mekagoentuputamadre, siempre!!!

Quejas y reflexión haqcán tablas.

Debe de hacer mucho frio cuando asesinas a alguien.

Algunas veces, cuanto más claridad, más problemas.

La sonrisa del mundo, no me hace ni puta gracia!

Para combatir el tedio, el miedo.
Teléfono.
Puerta entreabierta.

Veticuatro manzanas.
Ninguna tocaba suelo.
Sólo por morir.
El gitano con su bulería.

Fui a Lima y me saqué una uña.

Insolación de soledad.

La manzanilla dejó de ser y se convirtió en pera de mi mesita.

Hueles a sol de Valencia.
A perejil de abril.

Más vale muchos tardes que un solo nunca.

Cuando pasas delante de la pescadería y suena "Insurrección" de El último de la fila es que la cosa está mejorando.

Me dieron un oscar y se lo regalé a un jaime.

Se operan para parecerse a otra operación.

Qué romántico e incómodo es atesorar una enorme capacidad para enfermar!

Tengo prejuicios y un cactus.

El otoño alquiló sus hojas.
El túnel estaba oscuro de tercer hombre.

Satie contrajo matrimonio con la mañana de los jueves.
Verde metálico sin apetito.

Viento de dudas.
Zancadillas de cordura.
Menú del día: 8.30€

Quiero una mesa para treinta y cinco personas.
Hoy ceno solo.

Plutonio se enamoró de Platón.

Cada vez que me dices cada vez . . .

Cada vez

que

me dices

cada vez . . .

plegaria para autista
hortiga de mano derecha
lagartijas chill out
me abrumas con tomate
sed desmedida
los atardeceres amamantan juncos huérfanos
una corbata en el matadero
amor sin redes ni pescado
pimientos rojos, verdes, mi bandera
la luna jubila la noche
la memoria de las frutas
una pisicina sin trampolín
anorexia sin ventilador
deshollinador con hilo musical
alquilo brocha y brocheta
acordes sin remite
pierdo el decoro y desencanto
yo soy lo cotididiano
la muerte acecha y aguas
desenfundo la indiferencia
me metes el arcoiris en el bolsillo
peluquería para zebras sordas
el kiwi que me regalaste aquel día
espacio, amistad entre desconocidos, dos, 2.

No sé cuántas,

no sé cuántas

veces son

cada vez

que me dices

cada vez . . .

(A Raymond Carver)

Re-flex-iones (ocho)

La torpe luz de la mesita me contaba chistes que no entendía, de noche.
Anoche soñé que soñaba y estaba soñando.

Todo, absolutamente todo dependía de un hilo, de bala.

Bolas de fuego arrasando campos de algodón.
Tus labios, que estúpidos!

San Elías fumaba mucho.
Calumnia innovadora.

El fin del mundo alquiló un apartamento en las nubes.

Los días comienzan a alargarse. El lunes, 180 centímetros.

Se alquilan naves.
Cuándo se divorcian las amapolas?
El avión olvidó su origen . . .

Peligroso, se me antoja que un día no llame el miedo a mi puerta.

Me pierdo
en los espacios,
en los tiempos,
en los abismos,
en mi cocina.

Los tordos obsevaban el maiz mientras este veía "Las uvas de la ira".

El limón le dijo a la cebolla: y tu padre, qué tal?

Los arroces del desierto.
La sed del agua.
Péndulo de rebajas, jas, jas, jas . . .

Kafka escuchaba a Zappa los domingos por la mañana.

La lluvia y los caracoles pactaban.

En la oscuridad todos los gatos son ratones pardos.

El día se desvanece entre mis brazos llenos.

Re-flex-iones (siete)

Se regalan obstáculos para todas las edades.

La calle del mar.

No quiero molestar, y menos agradar.

Mi parchís se hizo chis y se partió en mil pedazos de pocos meses.

Si no hay nada que hacer, por qué ese persistente miedo a perder, perder qué?

Se citaron el día de reyes y se regalaron abonos para la piscina municipal.

El sur de la utopía estaba helado de tutti frutti.

En una ocasión me presentaron a un ciprés y no me dio mi nombre.

La manzana de las cosas.

Este idiota de dosmilsiete me temo que va a ser más impár que el pasado año.

Hay veces que se convierten en algunas.

La verdad cotidiana, mentira con redes.

Pienso y lo comparto con mi perro.

Las últimas noches se repartían.
Hielo y whisky jugaban al ajedrez.

Mi corazón se iba por el desagüe.

Con un poema es suficiente.

Me encuentro acompañado cuando estoy solo. Además, parece que estoy solo.

Rayos.
Truenos.
Uva.

Busca conceptos.
Galimatías.
Roma.

Compré un GPS y me salió un WRT.

Cuando llegue, pronto te quitaré el polvo.

Fui a Yakarta y no encontré remite.

Atrapo tristezas al vuelo.
Furtivos rumores.
Guisantes de oferta.

Me acerco al pez que más calienta.
Obstinación en la meta.

Adoro coleccionar cosas inservibles,
Es de una utilidad!

Hoy no he escrito nada.

Nevaban peonzas.

Comí una ración de migas que pegaban bien.

Vi un spiderman de pecho.
Techo.

Silbé a una chica en la calle.
En casa me susurró Carmen de Bizet.

Puse un punto.
No era el principio.
No era el final.
No eras tú.

Aveces acierto y me incomoda.
Cómoda.

El despertador se despestó solo.
Champú vespertino.

Me miré las manos y estaban allí.

Se sospechó que era sospechoso.

El dolor de corazón estaba en el dedo.

Voy tapando huecos para abrir boquetes.

Vi columpiarse al jazmín y reía las gracias del cemento.

A las tres, los pájaros cantaban a duo.

Se sorteban pensamientos vanales con resultados nulos.

Horóscopo con tinieblas.

El mundo me permitió pernoctar.

El steel-guitar de aquella balada me hizo llorar lágrimas de limón.

La luna me enseñó las bragas.

Merendaban embutido.
Aquella película en blanco y negro.

La mañana del domingo volaba a la estación cocheras.

La pista se llenó de señales.
Como mucho, soy mediocre.
Dudo hasta de la prima de la duda.

La empresa era tan seria que no se permitía el lujo de bromear.

Te estaño tanto!
Tu pelo.
Tu tristeza.
Una taza de cola-cao.
Mi abanico.

Preso de la soledad.
Agua destilada.
Prados grisáceos de cielo raso.
Orquídea para desayunar.

Van Gogh y Litz saltaban a la cuerda.
A la cuerda le repitía el chorizo.

La salida y la meta se disputaban el protagonismo.
Río por no sal.
Cerdos en la playa.

El banco me dijo demora y le repliqué dementa.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Re-flex-iones (seis)

Pequeñas escaramuzas para atentar contra la tristreza.

Ya no voy rápido ni al festival de cortos.

El tiempo es tan relativo que no permite la entrada en absoluto.

Si esponsorizas mi borrachera de esta noche, prometo no darte la espalda.

Si la mente es esto, ponme dos con mucho kepchup.

Era muy alta su costura.

Mi corazón se rompe en mil pedazos y uno de éllos es para tí.

Tú crees que (ya) han puesto sofásen el cielo?

Llévame alli, allí donde sólo quepamos tú y yo.

Si quieres morir por mí, pues muérete!

La distancia es un absurdo bolero con cara de estúpido.

Comencé el año leyendo a Chejov.

Estaba extenuado en me quedé en do.

Si te preguntan hasta cuándo te quedas, es que no te van a llamar.

La rosa era custodiada por la policía municipal.
Rosa.
Roja.
Solitaria.

Las piedras calculaban, aunque su fuerte era la filisofía.

Me encontraba tan bien, que me perdí.

A personas desconocidas les dije dónde cené ayer.

Sólo miento para llegar a ser sincero.

Tengo apetito y un poco de miedo.

Ahora que no tengo coche, me ponen menos multas.

Entiendo que creera confusión que el autobus de las cinco saliera a la cinco.

Se rascaba la espalda como si fuera suya.

Llegará pronto el día en el que muntarán por escribir cartas.

Aníbal, en su soledad, se folló a un camello y empezó a trapichear.

No sé por qué, pero cuando limpio mis lentes veo mejor.

San Sebastián se enamoró de un flechazo.

Petrarca era negro y jugaba en la NBA.

Aveces escupo a mis heces y me mandan a la mierda.

Todos los espejos decían lo mismo.

Hoy puede ser un gran día.
Vale, pues regálaselo a gran.

Tomaba ron para rocar.

Todo es una mierda, pero por lo menos huele mal.

Cuántos colores había?
Todos, aunque algunos estaban de vacaciones.

Puse una pantalla de graves y dios de leves.

Mi médico de cabecera era extremidades.

Olvidé el yodo y el tudo. ´
Lástima de herida!

Alargar la vida, hacia dónde?

El rey de espadas practicaba esgrima con una prima de Cuenca.

Subir, bajar, no es lo mismo?

Qué bonita la muerte cuando se viste de amarillo!

La borrachera se quedó en borra.

La felicidad.
Oruga vacilona.

Voy corriendo a casa y cago en la nevera.

No quiero que me perdones.

Por favor, no hagas que me encuentre bien.

Lo de Marx era suyo.

Encontré un rincón en el mundo con calefacción central.

Un domingo libra, el otro esterlina.

Entre pila y pila, bautizo.

Cuando se pierden las referencias, encuentras las dierencias.

La rebeldía de su pelo pronosticaba pasado.

Me salió un callo y me fui al monte.

No encuentro liquidez para nadar.

Sobredosis.
Aros de cebolla.

Encontraron herrumbre en el paraíso.

No me contengo con tenerdor.

La luz la enviaba con morse.

Esparcía dolor por las avenidas.
Manto de estrellas con despertador.

Le lancé mi pañuelo.
Me regaló un beso por costilla.

La mentira.
Lo peor.
Lo único.

Ya somos más europedos.

Lo llevaba en su interior y se encontró un calzoncillo.

La hiena saltaba al vacío.

Vendedor de escrúpulos.

Pidió un año der excedencia y se excedió.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Re-flex-iones (cinco)

La muchacha ciega empezaba a verlo claro acompañada de su café con leche.

Antes de César ya era Julio.

Celtas e Iberos fumaban Ducados.

Me dió plantón . . . de manila.

Conseguí unas perlas patedas que no brillaban.

Vi la luz y ni me miró (A Todd Rundgren).

Pidió paso y le regalaron La Yenka.

No me ganso, sopa (A Gila).

Cuánto tiempo pasa desde que transcurre, ocurre?

Pedí fuego al reloj,
No me dio ni los minutos.

Sobrealiente en genios ajenos.
Era existencialista, pero no me acuerdo de qué.
No hice suelo y casi me caigo.

Esto no es lo mío, me voy a lo tuyo.

Tenía un para de asuntos entre manos.
Perdí los tres.

Si no me acuerdo de todo, cómo me voy acordar de nada!

. . . y si colisionamos con el paraíso!
Una noche primaveral.
Estorninos.
Sed de vivir.

Botella y cuello se enfrentaban a vidrio partido.

Me voy a la esquina y le gano al rincón.
Eran dos y empataron a cero.
Johnny encogió su perfil.

Si tengo la tensión alta me la bajo de internet.

Ya aprendí a colocar las piezas del cubo.
Ahora comienzo con la fregona.

Re-flex-iones (cuatro)

Sol de nada.
Angustia tribal.
Tres bicicletas.

Zapatillas con escote.
Mi vieja mal eta.
Naufragas de bien!

Sus cigarrillos se encendían al mismo tiempo.

El dolor del caucho.
Me duelen los riñones de Jerez.
La declaración de principios llegó al final.

Los barcos pasaban. La música ya era otra.

Se exportaban guirnaldas.
La savia no sabía.

Le di un corazón.
Me devolvió tres melocotones.

Saltó al vacío y no encontró nada.
Los niños de medio mundo ocupaban la mitad.
Qué caballos lo lograron?

Se comieron el apetito de un silbido.
Las hortalizas de mi huerto.
Sigues cumpliendo años el mismo día?

Para mí, setiembre siempre llevará "pe".
Se clavó un anzuelo y le dolió.

Jesucrito era yonky, pero lo sabía.

El dolor de perder té . . . y manzanilla.

Los García ya conocían su apellido.

Hoy he soñado que hablaba por teléfono con James Brown.
La as pirinas as tutas.
Es pinas y penas descansaban en el campo.

Corto e inteligente hacían largos en una playa de Toledo.

El arco iris jugaba a indios y vaqueros.

La planta convocó y comunicó en rueda de prensa su huelga de sed.

Le di tinto y me respondió tonto.

Le esquivaron pero respetaron sus patillas.

Está bien (no) estar.
Yo (ya) estoy seguro de que no soy (ya) yo.

Pusieron FM al extrardio.
Le di canicas al diablo.

Te acuerdas de aquel día que me olvidé?

El amor es cagar dos veces al día.

Quedé con gratitud y llegó tarde.

Le silbé al gorrión y me cagó en el coche.

El hooligan se comió dos rosas y unas banderillas.

Pelé. Cassius Clay. Eddy Merckx.

Pedí dinero al banco y me regaló madera.

En cuanto veo una X, la convirerto en Y griega.

Al diseñador de mi colectivo le entró una agradable cagalera.

Empezó con un rayo de sol y terminó con una raya de luna.

Soy yonky, pero qué mal lo llevo!

Si extiendo la mano, dejo de tenerla pegada al cuerpo.
Si tengo mucha prisa, paso de la hache.

El gueto se convirtió en gato.

Vendían aliento al peso.

Aquí la unica norma, duval.

El mes que viene no podré quedar contigo.
Tendré gripe.
Sólo quiero que amanezca.
La noche se hace larga.
La noche.

Tristeza y preocupación ejercitban paralelas.

Las trampas me trajeron nuevas.

Salió batracio y se convirtió en rana.

Colgado de una serpentina.
Ya pasó.
Debería de cagar.

Se alquila desolación con buenas vistas.

Quedan pocas calles de doble dirección.

No tengo ninguna razón que merezca la pena tener razón.

En un tramo nos hicimos un trago y robamos unas naranjas.

No son guisantes, pero son enormes!

Lorca y Cohen bailaba a lo suelto.

Una nube le dijo a otra: muévete, muévete un poquito más.

Miras al horizonte y te guiña el ojo una espigada y estúpida línea.

El móvil del crimen fue Ericsson.

Desheredados del mundo, venid a cobrar el finiquito!

Nos besamos bajo las sábanas del monte aquel de apellido confuso.

martes, 30 de octubre de 2007

Re-flex-iones (tres)

Mis miedos cubren los primeros peldaños.
Pucheros de menta.

El crucifijo, un camión de cenizas.
Agua destilada.

Mi altura es de bajura, como tus espinacas.

Suenan las flautas.
El pan se deshace.

Un calor de invierno. Negro, gris . . .

Se besaban.
El águila cabalgaba en el bolsillo.

La noria hartó a las rosquillas y comió croquetas de bacalao.

Las golondrinas volvían.
Distinta mirada.
Rumbo indefinido.

El tren ovbiaba.
Tordos y jilgueros.

Llegas a destiempo, pero para compensar, tarde.

Cuando piensas en fá, empieza a escasear el jabón.

El ahorcado y la cuerda juegan al mus . . . de chocolate.

Sus frágiles hombros, adornaban su fortaleza.

El día madruga para marcharse pronto. No sabe dónde va.

Con el paso del poso del tiempo.
Infusiones de incertidumbre.
Darwin bebía.

Con dos puñales en cada mano.
Las luces de la ciudad pronosticaban.

La cera contrajo matrimonio y se convirtió en acera.

Compras por internet y vendes por desisterés.

El peso,
el paso,
el piso.

La niebla hace cola en la caja rápida del super.

Las células de mi estómago y cerebro disputaban en Japón el campeonato del mundo de
ping
pong.

El sabor de la lluvia.
La dama de los tiempos.
El vómito de los carruajes,

El ladrón de brújulas perdió el tiempo.

La educación y la muerte viajaban en primera.
La lluvia crecía.

Cemento y arcilla se metían mano a plena luz del día.

El Acueducto de Segovia se divertía en Fallas

Con mi locura como delantal.

Tego un traumatemático.
Se clavó un anzuelo.
Elige tus dolores.

Muerte con imperdible.
Filetes de québienhueles!
Natillas de canela.

Un gris festivo.
El día se rompió.
Mis güevos también.

Mi ducha.
La fuerza sin paragüas.
Carros de cebra.

Saltan las alarmas.
A cien metros valla.

Tu cheque al por mayor, no llevaba firma.

Si se rompe el miedo, que se joda!

Madera quemada no ocupa camino.

Tempestad.
Calma.
El fontanero manco.

Entre las piernas.
Marioneta.
Pirotecnia.

Las calvas de la aceituna negra.
Extra noche está de más.
En una esquina del mundo.
Buscando rincones.

Dylan, Stones, CCR, Kinks.
Total: 50.

El dolor no era mío, era de cabeza.

Ya he aprendido a aguantar la mirada.
También la meada.

Freud suspiraba por un gramo . . . de locura.

Re-flex-iones (dos)

Tropecé con una luna rota de impares.

Las luces se perdieron cuando vieron la luz.

No sé donde, siempre quedaba muy lejos.

Me hiero para parcerme a mí.

Trampolín que duda de semáforo. Calabaza.

Las muertes dudaban tanto!

Un waltz bungaló de caracteres.

Amianto tanto!

Con amor o sin amor, pero sin dios.

martes, 16 de octubre de 2007

Re-flex-iones (uno)

Los bahúles inutiles del atardecer.

Como un desterrado sin petaca.

Los adoquines de la soledad.

Un atlas separado de la cornisa. Sin luz de agua.

Sueña el peso de las nubes.