lunes, 12 de noviembre de 2007

Re-flex-iones (quince)

Quién cojones encerró el problema y la solución en la misma jaula?

Mañana bautizaré una tabla . . . de ibéricos.

Pasó ARCO y se dejó las flechas.

Demasiados por qués para unn solo porque.

Se hizo tarde para cualquier adicción.

Tu cristal de murano.

Marabunta, esa ciudad de hormigas para tí.

Me siento como un extra en una película de Jacques Tatí.

Como domingo operado de amígdalas.

Con los dedos de la eternidad.

Hace muchas poesías que no leo un año.

Estaba tan seguro de mi ismo yo, que empecé a dudar de mi mismo yo.

Salvo Perón cualquiera lo evita.

Estoy de los güevos hasta el invierno!

Vivo en el 1º (1.985)

Esta tonta letra que escribí con título cercano la musicó y grabo un grupo bibaino que practicaba un pop crispado e inteligente. Se trataba de Los Santos. Además de amigos, fui mánager de éllos. Y hablo de esto situándolo en el año 1.985. El álbum lo publicó el sello Fonomusic (referencia 202035/9).

Las chicas lo que quieren es un poco de mi dolor.
Las chicas lo que quieren es que les guarde mucho rencor.
Las chicas lo que quieren es que yo sea un gran historiador.
Las chicas lo que quieren es subir conmigo en el ascensor.
Pero yo, yo vivo en el primero.
Yo, yo vivo en el primero.

Es decir, y como puedes contemplar, pareados simpáticos y anodinos como los ochentas.
La historia viene porque mis padres vivían, siguen haciéndolo en un primer piso y siempre, o
mejor dicho casi siempre, coincidía con alguna chica que me decía, "¿subes?" a lo que yo respondía: no, vivo en el 1º . . . y me dio pie a montarme esta insinuante historia.