lunes, 5 de noviembre de 2007

Re-flex-iones (ocho)

La torpe luz de la mesita me contaba chistes que no entendía, de noche.
Anoche soñé que soñaba y estaba soñando.

Todo, absolutamente todo dependía de un hilo, de bala.

Bolas de fuego arrasando campos de algodón.
Tus labios, que estúpidos!

San Elías fumaba mucho.
Calumnia innovadora.

El fin del mundo alquiló un apartamento en las nubes.

Los días comienzan a alargarse. El lunes, 180 centímetros.

Se alquilan naves.
Cuándo se divorcian las amapolas?
El avión olvidó su origen . . .

Peligroso, se me antoja que un día no llame el miedo a mi puerta.

Me pierdo
en los espacios,
en los tiempos,
en los abismos,
en mi cocina.

Los tordos obsevaban el maiz mientras este veía "Las uvas de la ira".

El limón le dijo a la cebolla: y tu padre, qué tal?

Los arroces del desierto.
La sed del agua.
Péndulo de rebajas, jas, jas, jas . . .

Kafka escuchaba a Zappa los domingos por la mañana.

La lluvia y los caracoles pactaban.

En la oscuridad todos los gatos son ratones pardos.

El día se desvanece entre mis brazos llenos.

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